(Assassination Nation, Sam Levinson; 2018)

 

¿Cuál es el mejor pasatiempo para el último domingo del mes por la tarde? ¡Una peli, of course! Pero cuando la persona con la que quieres ir al cine tiene unos gustos un tanto peculiares y es súper difícil conseguir que dé el visto bueno a nada (a pesar de que siempre “todo le viene bien”), elegir qué ver puede resultar complicado. 

Ya había visto en Instagram el tráiler de Assassination Nation, que en España conoceréis como Nación Salvaje (pero creo que en inglés es tan bonito que seguiré llamándolo así). Agresiva, psicodélica, rompedora… En otras palabras, IMPACTANTE. Al contrario de lo que pensó mi Respectivo al leer la sinopsis de la película (pero como ya hemos mencionado, a él no le gusta nada en concreto, ni le deja de gustar). Sin embargo, la idea de verla había sido suya así que allí que fuimos.

 



 

La película comienza bien. Es decir, desde el primer momento ya me estaba estresando. Tengo que deciros una cosa: las películas violentas y las bandas sonoras con los bajos más graves no son lo mío. En los tres primeros minutos, Lily (Odessa Young) nos cuenta que toda la ciudad está en su contra y que ella y sus amigas probablemente mueran asesinadas esa noche, mientras visitamos un barrio en el que todos los vecinos (incluidos los niños pequeños) llevan máscara. Y además nos avisa de que vamos a ver mucha agresividad, escenas de abuso, transfobia, frágiles egos masculinos, etc. Brillante. Ya podéis imaginar mi cara de “Dónde me he metido, me han engañado, yo no sabía que esto iba a ser así”.

Aunque a lo mejor si hubiera visto el tráiler con sonido me habría enterado mejor de lo que me esperaba 🙃

  

  

Pero vamos a lo que vamos. Esta tal Lily y sus mejores amigas Bex, Sara y Emma viven, nada más y nada menos que en la ciudad de Salem, Massachussets. Ahora, si habéis oído algo de Salem alguna vez seguramente sea que fue el lugar donde, en el siglo XVII, la histeria colectiva desembocó en juicios de brujas que acabaron con la vida de muchos inocentes. Y eso es, a grandes rasgos, lo que refleja Assassination Nation: cómo las personas normales y aparentemente civilizadas de un pueblo pueden perder la cabeza cuando alguien se salta las normas establecidas.

Seamos claros, todos tenemos secretos. Todos tenemos gustos extraños y todos tenemos cosas que ocultar. Cuando en el Salem de Sam Levinson un hacker comienza a hacer públicos los mensajes de texto, fotos y otros documentos de demasiadas personas en la ciudad, la gente pierde la cabeza. Sólo una semana es tiempo suficiente para que los “buenos ciudadanos de Salem” se pongan manos a la obra y traten de defender sus secretos y su dignidad con ayuda de las armas. ¡Wooohoooo! Así se hace, coleguis. 

Y ya cuando, a golpe de tortura, los buenos energúmenos de Salem descubren que las filtraciones provenían de un ordenador en casa de Lily (aunque esta parte me la pasé en el baño, porque una cosa es que le peguen a una chica con un bate en la cabeza y otra que torturen a una persona en una bañera), se lanzan a buscarla como perros de caza. Porque todo el mundo sabe que esa es la justicia verdadera. 

No os contaré el final – si habéis visto la peli, ya sabéis a lo que me refiero, y si no la habéis visto, espero no haberos destripado demasiado -, pero es sin duda lo mejor de la película. Un giro de 180º que, en realidad, era completamente evidente que iba a suceder y que el desarrollo de la historia pide a gritos. Las declaraciones del hacker, un claro ejemplo de lo que un tonto con más acceso a los medios de comunicación que luces puede llegar a provocar; el vídeo de Lily, una declaración de intenciones de toda una generación de mujeres; el desfile del final, simplemente surrealista, acorde con toda la acción. 

Es decir, que si la primera hora y media la pasé con el corazón en un puño, está completamente justificado por ese final apoteósico que casi me hizo llorar de la emoción. 

  

 


 

Te recomiendo Nación Salvaje (2018) si…

… os gustan los baños de sangre (llega un punto en el que eso parece más el desfiladero de las Termópilas que Salem), el estrés, el caos y las visiones apocalípticas de la maldad de las personas combinada con la maldad de las redes sociales. 

También os la recomiendo si queréis ver a un grupo de chicas de 18 años metiendo tiros como locas, unos c******* intentando asesinar a una mujer transgénero PERO hablando de ella en femenino (que la quieran colgar de una farola no quiere decir que dejen de ser políticamente correctos)*; y, sobre todo, si no os da miedo que este tipo de cosas estén pasando ya en alguna parte del planeta**.

Un abrazo,

Sof

*Debo decir que me encantó cómo Nación Salvaje trata el tema de la transexualidad, sin tabúes y eligiendo a una actriz y modelo transgénero (Hari Nef) para el papel de Bex, cuando en la mayoría de los casos estos papeles son representados por personas cisgénero (es una queja del colectivo transexual, y con razón). Me parece surrealista que en toda la película nadie se meta con ella por ser quien es en un ambiente como ese. Ojalá la vida real fuera así y hasta los psicópatas respetaran las identidades y sexualidades ajenas. 

**Y digo esto porque, hace dos o tres semanas, vi las noticias en la tele por primera vez desde hace miles de años. Creo que era la CNN y eran las 2 a.m., por lo que en realidad solo repetían y repetían y repetían las mismas noticias. Anyway, hablaban de cómo en India se están extendiendo los bulos vía redes sociales y cómo eso está costando vidas. En el caso concreto del que hablaban, los habitantes de varias poblaciones estaban asustados por el bulo de demonios robaniños y eso les estaba llevando a linchar extranjeros. De modo que, tristemente, Assassination Nation no está tan lejos de nosotros como podría parecer – simplemente está en India… por el momento 🙁 

 

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