Todos nos hemos visto en esa situación: tenemos el día libre por completo, perfecto para escribir; nos preparamos un té, nos ponemos frente al portátil o el bloc de notas… Y no pasa absolutamente nada por nuestro cerebrito. ¿Cómo concentrarse mejor cuando tenemos trabajo por delante y no es nuestro día?
Hay días en los que simplemente la inspiración no fluye como debería y es muy complicado sacar más de dos líneas. Pero, por frustrante que eso sea, si algo he aprendido durante todos estos años es que vale más sentarse y escribir tonterías durante dos horas que no escribir ninguna por falta de concentración. Por un lado, escribir tonterías relaja la mente; por otro, estás creando un hábito aunque no te lo parezca; y por último, es posible que, entre todas las tonterías, encuentres algo que realmente funcione para tu historia.
Por eso hoy he pensado traerte 5 consejos sobre cómo concentrarse mejor, que espero que te ayuden tanto como me ayudan a mí 🙂
Cómo concentrarse mejor: 5 consejos clave que uso yo misma
Elige una lista de reproducción para crear ambiente
Aunque, cuando se habla de cómo concentrarse mejor, algunas personas tienen claro que la mejor forma de alcanzar la concentración es el silencio, en lo que respecta a la escritura encuentro que una música de fondo agradable puede ayudar a mantener la concentración durante largos periodos de tiempo. No solo eso, sino que una banda sonora adecuada puede ayudarte a escribir tus escenas con mayor intensidad.
Solo piensa en bandas sonoras geniales como Batman Begins, Gladiator o El Señor de los Anillos. ¿No te llevan de inmediato a lugares increíbles, con héroes carismáticos, en misiones importantísimas?
Cuando no me encuentro muy inspirada para escribir y se me va el santo al cielo, suelo buscar playlists de YouTube que sé que van con el estilo de mi novela y con la atmósfera que quiero crear en ese capítulo. Por suerte, ¡en Internet hay de todo!
Desde playlists inspiradas en mafiosos de los que se enamora tu protagonista (por alguna razón…), hasta la música que sonaría en la biblioteca del castillo encantado en el que estudias Artes Oscuras. Así que, si lo único que necesitas para concentrarte hoy es un poco de inspiración, estas listas de reproducción pueden ayudarte a mantener la atención y ayudarte a crear la atmósfera perfecta en tu escena. Dos por el precio de uno, ¡no está mal!
Silencio total
Por el contrario, hay personas que se ven sobrestimuladas con un sonido constante de fondo, y puede que prefieran el silencio (incluso puede que esto dependa del día, como es mi caso).
Como dicen en este artículo de Stylist, cuando uno de nuestros sentidos deja de trabajar (es decir, no recibe estímulos), nuestro cerebro puede enfocarse en otras cosas. Esta es también la razón por la que, si no caes rendido en cuanto tocas la cama, somos muchísimo más originales, valientes y creativos por la noche: no ves, no oyes, no hueles, no saboreas y apenas si sientes las sábanas sobre ti. ¡Tu cerebro tiene todas sus capacidades puestas en pensar!
En cambio, si hay sonidos distrayéndote, tu cerebro tiene que esforzarse el doble (o el cuádruple, si el sonido de fondo es música demasiado petarda, ruido de coches, bebés llorando o una obra en el piso de al lado).
Pero por desgracia no siempre podemos evitar el ruido de otros en nuestro lugar de trabajo. Por eso, en el mismo artículo de Stylist recomiendan:
- Hacerse con unos auriculares canceladores de sonido (yo quiero unos 😭);
- Tomarse descansos en un lugar más silencioso cuando sea posible;
- Buscar otra zona de trabajo, si encuentras una (en casa de mis padres, por ejemplo, yo trabajo en la cocina por las tardes – es el lugar más silencioso hasta la cena);
- Practicar la meditación y el mindfulness.
Escribir desde una cafetería
Vale, puede que este consejo sea un poco controvertido si estamos hablando sobre cómo concentrarse mejor, but hear me out.
Estar en casa día tras días (sobre todo ahora que se ha extendido el trabajo a distancia tras la pandemia), ciertamente reduce una gran cantidad de estímulos que pueden estar impidiendo tu creatividad. Incluso si eres una persona introvertida como yo y trabajar desde casa es una fantasía hecha realidad, estarás de acuerdo conmigo en que salir de vez en cuando despeja la mente.
De la misma manera en que ir a una cafetería a escribir es una de mis maneras de concentrarme mejor, puede que tú prefieras ir a la playa, al parque o a tu jardín. La idea es, sal de casa, observa a la gente, respira aire fresco, escucha conversaciones ajenas (sorry,
not sorry), concéntrate en los olores y sonidos por un momento… Y luego, abre tu portátil, ¡y ponte a escribir!
Y, si no te sientes cómodo escribiendo rodeado de gente (puede pasar, aunque, según Denise Mena, si eso te pasa, estás condenado), siempre puedes volver a casa después de este paseo por el mundo real.
Ayúdate con aplicaciones de gestión de tiempo
Te voy a ser sincera: este no es mi consejo favorito, y apenas lo uso. No me gusta mucho utilizar apps como Pomodoro porque mi mente no funciona en periodos cortos de tiempo. Si voy a hacer a algo, me cuesta ponerme en marcha, pero una vez en ello, tengo que echarle todo el tiempo que pueda hasta que termine. Así me mate el hambre.
(Como me está pasando con este post: tengo mucha hambre, es la 1 pm y aquí sigo con tal de no perder el ritmo.)
Pero no te voy a negar tampoco que sí que he usado la técnica pomodoro, así como aplicaciones de gestión del tiempo y creación de hábitos en el pasado.
La idea (aunque ya la conocerás) es concentrarse en una tarea durante unos treinta o cuarenta minutos, tomar un descanso de cinco, y volver a empezar. Lo bueno de esta técnica es que te ayuda a priorizar tareas y minimiza el cansancio. Además, te pone una motivación extra: en cuanto acabe el tiempo, puedes ir a hacer otras cosas.
Este tipo de técnicas funcionan bien para retos como NaNoWriMo, o cuando tienes poco tiempo durante el día pero quieres aprovecharlo. De lo contrario, yo prefiero escribir hasta que no pueda más.
Como ahora. Creo que me voy a ir a comer.
Analiza qué funciona para ti
Puedo darte todos los consejos que se me ocurran. Y tú puedes pasarte horas navegando en la red buscando artículos sobre cómo concentrarse mejor. Pero la verdad es que, al final, tienes que analizarte a ti mismo y descubrir qué te funciona.
En blogs como el mío, hablamos de manera muy personal. En revistas online, lo hacen de manera un poco más categórica. Pero todos no estamos cortados por el mismo patrón. Así, mientras que a mí me resulta superfácil y conveniente escribir a partir de las 6 o las 7 de la tarde, puede que para ti lo mejor sean las mañanas. Si yo encuentro concentración en las cafeterías, tú puede que vayas al parque. Si a mí no me funcionan las aplicaciones de organización, puede que a ti sí. Y puede que mi despacho sea un caos y no me moleste, y que tú no puedas trabajar así.
Al final del día, yo no te conozco, y aún si lo hiciera, puede que no entienda por qué haces ciertas cosas que a mí no me ayudarían en absoluto. ¡Y viceversa!
Un abrazo,
Sofía
Por eso es importante que tomes estos consejos y veas si te funcionan. Y, si no es así, siempre puedes hacer pequeños cambios hasta descubrir a qué horas trabajas mejor, qué clase de música te ayuda, en qué rincón de la casa es menos probable que encuentres distracciones…
Y, una vez lo sepas, ¡me puedes contar qué has descubierto en los comentarios!